hay un color que se revela
y entrega su mensaje
sobre la planicie de un lago
que ocupa la densidad del tiempo.
Hemos llegado desde las turbulencias de
la elipse,
a una porción de universo,
que nos esperaba
para engañarnos reyes de nuestro deseo.
Fruto de la condensación del fuego,
han muerto muchas especies antes que nosotros
pero ignoramos
y no queremos borrar nuestros pasos
sobre el limo que se cuartea
para no ser profanado nuevamente.
La elevación no merece ser retenida en la palabra,
y la densidad debe volver
para difuminar las pretensiones de nuestra silueta
"La elevación no merece ser retenida en la palabra" tantas veces, Ignacio, el silencio es tanto o más que la palabra misma, aplaudo tu buena forma poética querido amigo!
ResponderEliminarGracias querido Alonso agradezcotu perspicacia y comunión con el poema.
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