Me paseo por los horizontes
montado en el espíritu
que huyó de las hierbas malditas
y nos observa en la longitud de su mirada.
No quiero mas solemnidades
ni arrullos del compañero de melodía.
Los templos han derrotado mi primer alma
y no busco espejo de pretensiones.
Mi segunda oportunidad
para encender la verdadera llama
no se encuentra en la caricia del redentor
ni en la hipócrita mirada de algunos árboles.
He de seguir el giro
e iluminar la antepuerta de otros frutos
que no buscan la dependencia.
En este alejamiento
puedo comprender las traiciones del Sol
y su orgullo de permanencia
impidiendo la llegada de otras fibras de aroma
y de otras rutas que no mueran la muerte.
Algo impide a nuestra esfera
participar del todo
y el que las hojas de benevolencia
no puedan abrir sus ventanas de comprensión.
Estamos encadenados
a una cuna que pudo ser maldita
y a unas claves de angustia que borraron las rutas.
Humillados de espejo
nuestro mundo se invierte
y asi morimos sin poder conocer el otro lado
ni siquiera rechazar la palabra
ni el mensaje del oro
ni el fingido consuelo de unos salmos.
En esta plenitud de mis mañanas
he roto los deseos
y acudo con mi yunque
para templar el rayo que me ocupa
sabiendo que no soy
ni acaso acuda
esa pequeña llama que se encierra en la noche
entre esta voluntad
que permanece en giro...
todavía sin saber.
montado en el espíritu
que huyó de las hierbas malditas
y nos observa en la longitud de su mirada.
No quiero mas solemnidades
ni arrullos del compañero de melodía.
Los templos han derrotado mi primer alma
y no busco espejo de pretensiones.
Mi segunda oportunidad
para encender la verdadera llama
no se encuentra en la caricia del redentor
ni en la hipócrita mirada de algunos árboles.
He de seguir el giro
e iluminar la antepuerta de otros frutos
que no buscan la dependencia.
En este alejamiento
puedo comprender las traiciones del Sol
y su orgullo de permanencia
impidiendo la llegada de otras fibras de aroma
y de otras rutas que no mueran la muerte.
Algo impide a nuestra esfera
participar del todo
y el que las hojas de benevolencia
no puedan abrir sus ventanas de comprensión.
Estamos encadenados
a una cuna que pudo ser maldita
y a unas claves de angustia que borraron las rutas.
Humillados de espejo
nuestro mundo se invierte
y asi morimos sin poder conocer el otro lado
ni siquiera rechazar la palabra
ni el mensaje del oro
ni el fingido consuelo de unos salmos.
En esta plenitud de mis mañanas
he roto los deseos
y acudo con mi yunque
para templar el rayo que me ocupa
sabiendo que no soy
ni acaso acuda
esa pequeña llama que se encierra en la noche
entre esta voluntad
que permanece en giro...
todavía sin saber.
"En este alejamiento
ResponderEliminarpuedo comprender las traiciones del Sol
y su orgullo de permanencia
impidiendo la llegada de otras fibras de aroma
y de otras rutas que no mueran la muerte."
Trascender ahora y aquí. Indagar, vislumbrar, intentarlo.
El poema habla en Ignacio y lo define.
Cariño grande
Lu