miércoles, 26 de octubre de 2011

En puntas de pie por la casa.-Por ANA MARÍA DIAZ VELO



Vuelves desasosiego cuando pierdo las alas
inconsolable calma, demasiada tierra.
Dante, en el nivel noveno del infierno no hay nada
nada que me provoque el ansia ...
Y rolan, ruedan ruidos de platos
los muebles se acomodan solos.
¿Dónde está el alma
en qué hueco de mi cuerpo quedó atada?
es que siento su peso como lastre
esos, apenas 21 gramos plumón de ave que dicen que no existe.
Alma ánima pies camino ...
Decían los griegos que el alma mora en los pies,
alma ánima acción indubitada
ese soplo de mí que vuelve al magma.
Sonríen los dedos dibujando signos que sosiegan,
no se quien los dicta, pero duelen
pero calman.
Y parpadean las alas.
Y otros mundo recorro siendo árbol.
Y me anido en palabras.

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