(a ti)
Llegué a tu puerta con el músculo histérico
(en un frasco)
sin equipaje ni provisiones,simplemente vestida
de mi.
Llegué a maquillarme con el color de tu corbata
a ofrecer las mejillas como diezmo.
-Entra-conquistabas mi frente-entra
y déjame quitarte los zapatos bañados en escarcha.
Nos babearon Dioses por cuarenta días,
haciendo crecer gusanos de agua justo aquí.
Y mientras contagiaban de larvas nuestro ombligo
ladraban huérfanos, la escolta real de mis pecas
en plena conquista.
Fuera, la obscenidad preñada por aquel tragaluz.
Arrancaste,entonces,de un solo sorbo
a la niña que era
esa que adoraba jugar con la vueltas de tu pelo
frente al abanico,
esa que metía sueños ajenos por las rendijas.
Y mi histeria se hizo en ti...
Del libro "Ecos de Eva".Ed. Atenas.Barcelona,2005
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