El elogio de mis pies mis manos cantan la esa una pena / una El sonido de mis pies gotas de agua que van descalzas trayendo lluvia El color de mis pies ningún blanco es tan verde La voz de mis pies Ellos corren a un lugar obscuro cerca del miedo cada vez más lejos donde el reptil no mira sus costados. * * * La oscuridad traga su propia cola, feroz de haber sido alguna vez. Todo quema y se derrama en fuego líquido y sueño todos los cuandos juntos. El hermano no es otra cosa no Se mezcla el tiempo y algo como ráfaga entra por la ventana y quiere pegar, matar muriendo. Los ojos se abren en calor licuado de siesta sin ser. Gotea la sangre como panza abierta de niños y estrangulo pensamientos sólo para ver si adentro tienen el color de la piel. I. Torpes placentas acarreando agua Subida a la montaña / la voz ebria de decir el viento Allá más luz que roca todo envuelto en niebla verde: vieja muerte de no estar II. El barco atravesó la soledad Incendió papeles aquel día Hoy muchas letras tienen nombre suben montañas gritan Pudren la sangre y se van. Abrió el viento dos veces para después poner su mano fría dentro del río Cargó las nubes que se mueven rápido se las llevó Escondió el norte Ahora camina sobre hoja vacía * * * Mañana y la fiebre que suda tu flor rodea mis manos con su perfume de bandidos ahora floto en una nube que no termina todos los días son uno cuento mis historias a los que roban la razón Nadie me cree soy la nave que pretende un nombre * * * Me perdí en esa mirada vental De la víbora que recorre el piso de mi casa o en esa bocanada feroz o en la tormenta carmín de una noche enfundada No dejo entrar ese viento que sonámbulo me toca No quiero ser columna * * * La sangre no corre pero el dedo resbala hacia el centro Curva final que encuentra la edad del deseo quieto Primero será el viento con su mirada perpetua arrastrando la vena que late Quedará el frío después y la superficie lisa de las cosas sin nombre. * * * Tu rostro elige la hendidura Tu rostro solo tiembla en la música La cuerda tañe el sonido para siempre continuo como un reloj Mi rostro encuentra lo que no le pertenece agita la ira y penetra la sed muerta Mi rostro no pensaba en la hendidura como algo que es dulce * * * Sólo el dedo reconoce la forma cóncava Rodeando el germen que será después partida Alguien se va sí y no vuelve ni a través de espejos Uno queda rodea lo que puede y se ata a tientas el cuerpo para que deje de temblar. Las cavidades ausentes No hay hueco en este espejo El humo supura sudor y empaña Este es el tiempo ácido Esta la palabra y su género Aquí está el plomo robándole peso a la mirada. * * * Trepo a una punta rodeada de viento y ver: Aquí los deseos negros llaman la lluvia todos los días y escapan derretidos y sedientos como perseguidos por caracoles -cargo con un techo blanco como mil conejos- Llegar al punto donde el mar calla: Se abrirá una ventana allí donde la sal es agua y soñarán los peces su deseo de ser otros. * * * Mucho antes del comienzo había algo El dedo de los que ignoran señalaba el fuego Y lo demás era sólo arena Después vinieron los días quietos y el reparo para llenarnos como a recipientes Luego cargaremos con todas las palabras Mantendremos en secreto su peso Lo sé, mis ojos tardarán en partir. Relief 2.0 | Sociedad de la Información | Ciudades Virtuales | BibliotecasVirtuales.com Creatividad e Innovación en la Educación [X] |
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jueves, 17 de noviembre de 2011
LAS CAVIDADES AUSENTES.-Por Lía Colombino
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