lunes, 5 de diciembre de 2011

A SOLAS.- Por Sagrario Hernandez

A SOLAS

Aquí estoy contemplando
las cosas que se alzan delante de mis ojos:fertilidad
de un dios que nunca salva.
Enmudece mi lengua
mientras los pensamientos -corolas incendiadas-
intentan remontar la pesadumbre
de los desasistidos.
Aquí permanezco a solas
apartada de toda tentación
que pueda descubrirme otros caminos
hollados por los pies de los sin nombre.
Ignoro hasta dónde mis lágrimas
alargan su extensión y temo
no saber detenerlas a tiempo
no poder conducirlas por el cauce
que lleva al corazón y lo ennoblece.
Aquí estoy a solas con mis manos
y un tiempo pequeñito y miserable
gestado en los relojes de la muerte.
Mañana será tarde -ya lo sé-
y serán los cobardes
los que me cantarán una canción
embriagada de sueños
-mutilados y tristes-
que no supieron nunca rebelarse.

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