miércoles, 4 de enero de 2012

PERO MORIRÍA POR TI.-Por Roberto Cantele (Sarco Lange)




te vi haciendo crucigramas
mientras yo me entretenía en obituarios

te vi salpicada de sangre
fastuosa, inmensa y hedionda a lluvia

te vi demasiado hermosa
cortando orquídeas
desde el esqueleto de mi antiguo jardín

(¿recuerdas cuando nos colgamos
del nogal y aquel niñito
se puso a llorar enloquecido?)

déjame marchar, por favor,
no me siento bien, más bien me siento
como el anti-héroe que nos salvó la vida

necesito marcharme
la marea ha subido
y los hombres rana
se han ahogado por falta de oxígeno
y exceso de diarrea

lupus, claveles y ron
años nuevos que llegan
años nuevos que serán nuevamente una masacre
la alternativa más irregular, débil e imperfecta
para continuar llorando
mientras hacemos fila
en los hermosos bancos de nuestra patria

te quiero, mi amor,
pero hoy no te necesito
no puedo sentirme enamorado
mientras el hijo de un dictador norcoreano
juega con sus botoncitos rojos
en la consola brutal de nuestras muertes

pero no todo está perdido
tus enormes ojos pardos
hacen que la acuarela de mi vida
más parezca
un vómito de judías y holocaustos

viernes 30 de diciembre de 2011

NO ES AMOR LO QUE PROCLAMO:-Ignacio Bellido

No es amor lo que proclamo. Es tan solo el combinado de materias químicas que producen alteraciones en mis neuronas haciéndome ver que el color azul que me ocupaba se ha transformado en rojo y que este rojo  prende una llama que advierte de la mutación y el deseo de conjuntarse con un ser equivalente.
Estoy empleando demasiadas palabras, y demasiada cursilería para describir algo que ya se define con autoridad en las revistas de requiebros y claveles o en la copla de la moza que gira sus faldas y su voz a la altura de lo permitido. Es decir:
 He de aceptar que el amor es un espacio luminoso
 Es una atracción de variopintos.
 Es una noche de crisantemos.
 Es la elevación tántrica sobre los deseos mundanos y considerados vulgares desde alturas tibetanas.
 Es la rehostia en su presencia.
Y sobre todo es la proclamación de los extraños giros del hombre.
   He comprendido después de releer estas anteriores frases,  que el filtro de mis ideas necesita un recambio
 Y una puesta al día en la  meditación.
 Giro y giro y vuelvo a girar sobre esta dichosa palabra que tanto nos  condiciona, y he de rendirme a la solera de que es imposible acotarla.
 Por lo que cuando entramos en el mundo poético para definir zarandajas amorosas y demás vidas mías te amo bajo la Luna , hemos de saber que podemos llenar de rábanos que han renegado de sus hojas, al hombre/mujer de intenciones nada profanas, que se ha acercado a tus escritos para deleitarse/comprenderte.
 Sea pues tenida en cuenta esta intención.


jueves 29 de diciembre de 2011

ANGUSTIAS.-Por Walter Faila

Ésta noche soy el vencedor de la memoria
y emergen necesidades como un arroyo turbio

 desde el océano de mi pecho.
Mi destino de rumbo aun no sabe su meta,
y regreso sin ir, 
por un cofrade de natalidades perversas,
por los suburbios de los mercados, 
donde mendigan los pájaros las migajas de las luces,
y los hombres le hacen el amor a las sombras de la miseria.
No quiero evadirme del espanto de la risa, 
ni reírme espantado de todos los recuerdos, 
solo quiero naufragar,

 abrazado a mi madera de saudades 
y escribir un poema que se desangre,

 entre ausencias y tristezas.
Por eso te pido
No me niegues la hoguera del infierno,
no me hundas en antagónicos olvidos
Déjame desmembrar el esqueleto del enigma

 y besar los labios de la muerte
Es necesario desfallecer entre el oleaje de los verbos 
y enfermar una vez más ante el evento inevitable.
No te olvides que agonizo entre tus brazos
No abandones mis residuos de aire y de materia 
No me dejes caminando

 en la sordera de un crepúsculo, 
con el grito adherido a los biombos de la idea.
Estoy golpeando mi propia puerta,

 atiende por favor, mi súbito reclamo
Que su silencio trenza rastros
en la peregrinación interminable de todas mis angustias
y es mi alfabeto silvestre
un cachorro extraviado en el papiro su alma.-

Walter Faila

PARAISO DEL SILENCIO.-Por Rossana Arellano


Ya tengo mi jardín,
allá donde el cuerpo dejó de soñar la jaula pequeña,
allá donde se agarran los ojos
a la chispa de luz de mil océanos estelares,
allá al sur de la arrogancia
donde se borran los muertos,
aquellos que no dejamos recojan
nuestra letra escrita a sangre.

¿Y que es la flor sin su tallo ni hoja?
¿Qué es la flor sin su corola y pistilo?

Ya nada en absoluto
sostiene el invisible de esta tierra oscura
así, caminamos el tiempo de lo mismo.
Yo, existo,
trepando hojas oscuras
en la tierra de nadie,
luego pulverizo la estrella
que escribió hace tantos siglos un nombre

¿A que fin la llama ahogada de mi letra?
Sumo al infinito mi cicatriz profunda, la dejo ser.

Fugitiva, como corola al aire
que no sabe cantar sus lamentos,
porque le preñaron hastío al rocío,
cuando la línea pura, arde
el trozo de tiempo, arde
el hombre oprimido, arde
y la boca que espera unos labios en flor
no halla su nocturno en este infierno.

Un desgarro entre los huesos al matutino
se ciñe y aguarda a la cintura del viento.

La ceremonia del día
en su rutina de diminuto reloj,
allá, en el paraíso del silencio.
Yo, flor y semilla de holocaustos
Yo, esqueleto solitario
Yo, ave migratoria.
Me declaro canto salvaje,
raíz desnuda procreando en infinitos.



Rossana Arellano 


RUE SAINT PLACE.- Por Iben Xavier

Deben llover esta noche en las rúas de París
tantos mensajes lanzados al mar
y cartas dibujadas en tu nimbo
Ya regresaron esas noches
veinte años de ausencia
veinte años de olvido
de buscar en otras
tus ojos de cobre
y correr detrás
de cuerpos
vacíos.

Iben Xavier

UN INSTANTE EN NEW YORK.-Por Ignacio Bellido

El rascacielos cambia su constante
entre las aguas
en lo mortífero de la leyenda
sobre las antenas de provocación.

Algunos pájaros silban en las azoteas
y planean su programa
sobre las vidrieras de Wall Street.

Huele a color carcomido
a mensajes de subway
a restos de celuloide.

En Times Square
el reloj no pretende modificaciones
y mantiene al mendigo
que fuerza su mano en la entelequia.

Ha llegado el momento
de integrarse en una cueva de jazz.

HAY QUE ARAÑAR LA TIERRA.-Por Ignacio Bellido


Nadie muere en la ausencia
Ni nadie sacrifica la armonía del cisne con la mirada.
Todo adquiere proporciones de bondad
Cuando hemos sabido comprender
La mirada del animal amigo que entrega a nuestro lado
Su gran caricia, y permanece junto a la luz.


Es así
Y no hemos de pensar que el mundo sea un improperio
Ni un manojo de violetas ajadas.
NI el desentono de un proscenio con cantante incluido.
Todo ofrece su pétalo y también su desarmonía
Todo ha de evaluarse sin necesidad de arrancar las hojas para
Fingir la belleza de un otoño.
Hemos de permanecer
Sobre la inmovilidad de los astros que nos mantienen.
Y sobre el brillo del pequeño cristal
Que prefirió quedarse en las lindes de un camino.
Ahh nuestra savia
Nuestro lamento nacarado
Esa señal que perdura en presencia de madre.
Ahhh nuestro pecado
Y nuestra manzana
Y el improperio
Y la señal acústica del impaciente que revienta la noche

Todo ello Señor de magnitudes,
Está conformando nuestro decir
Y me pierdo en la primera esquina
Y extiendo mi mano de imploración
Para recibir la enseña del amigo
Que también ronda en su condescendencia sobre los tejados
Que no quieren continuar siendo escudo de la infamia.
¿Cómo explicar al rascacielos
Lo ingratos de sus noches?
¿Cómo señalar al mendigo
Que la salvación está al lado de su lamento?

¡Cómo se invierte el mundo!
Y no hay arriero que pueda subir su carro a las montañas
ni prestamista de bondades.
Hay que arañar la tierra
Cuando el agua manifiesta su rechazo
Y escribir la primera letra de otro alfabeto.
Donde brilla la presencia de la madre
Ofreciendo de nuevo su claustro
Para el regreso.

Dejemos al mar en su reposo de madrugadas,
Él también espera
El también reniega de las gaviotas que no supieron comprender.
Por eso hagamos fantasía
Y proclamemos que el mar no existe
Ni existe la montaña de bendiciones
Ni siquiera la culpa nos acecha.
Escribamos sobre nuestra piel
Los versos de Hölderlin,
En su locura de entrega
O el llanto del poeta en la incomprensión.
Vamos a revertir el camino
Y elijamos al sauce como entrega
Para que nos represente ante el agua.


¿Cómo nacer de nuevo?
Dónde está el aposento que alivia la sequedad de nuestras hojas?
Dónde se perdió la armonía?

¿Quien mantiene la promesa de una salvación
Basada en las genuflexiones?.

Hoy he de silenciar de nuevo
Para que no maltratéis mi silueta con los dardos de la vanidad.
Hoy he dibujado vuestro rostro
En la arena de mi huerto
Para saber de vuestra huellas
Cuando el maligno os obliga en las noches.

Hoy he sabido custodiar mi huerto.
Y bendigo la cruz de vuestras manos
Para que, juntos , podamos entregarnos al nuevo pentagrama.

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