miércoles, 29 de febrero de 2012

EN EL DIVÁN.-Por Roberto Cantele


acongojado debajo de los álamos
siento el déja vù de un orgasmo glacial
ahí, donde el último eslabón perdido
trae una pornovisión altamente núclear
nosotros, fundiéndonos adentro de un átomo
con el único fin de procrear
una especie distinta, calmada, de ojos verdes

me toco
nazco
muero
resucito
vuelvo
me toco
y me olvido

pero los perros filósofos de mi campo
han comenzado a ladrar como una ópera
como una sinfonía extraña de escopetazos
y el perro jefe, el de colmillos de azalea
me muerde el pecado
y sangro luces amarillas, me diluyo
y trago todo el cadmio perverso del fatal azote

y entonces
me desprendo

porque somos sacos con monedas de greda
ídolos del hueso del caballo enfermo
trenzas de las abuelas fallecidas
infectadas por la meningitis

pero no me dan las consideraciones
ni me dan metales para endurecer el agua
todos fuimos promesa cuando niños
todos fuimos muy inteligentes, raudos, serenos
y hacíamos reír a los ancianos

todos hicimos un poema
en el colegio
y el diablo
carraspeó y desvió su roja vista
hacia nosotros

vamos por la calles
fingiendo ser turistas de la muerte
y en vez de golosinas
destinamos los ahorros
en comprar cigarrillos y condones

no deja de resultarme curioso
esa gallardía frente a los diluvios
cuando años más tarde
íbamos a las universidades
y ya camino a ella o al cementerio o al manicomio
nos dejábamos influir
hasta por personas de diecinueve años

nos falta cariño
y nos sobran bombas

1 comentario:

  1. Imágenes reales entremezcladas en un contubernio poético equidistante de tu centro creativo, que buscan el absurdo de la vida, llena de lugares comunes que a fuerza de usarlos resultan aburridos, patéticos, obligando al actor a renovarse en su cama de pensamientos perdidos con el tacto ciego hacia el principio elemental de la vida, que actúa instintivamente en una sola dirección, como si una inteligencia superior, ajena a ti marcara el destino inexorable y triste de los deseos no realizados que acabarán con tu vida y la de todos...un abrazo desde azpeitia

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