domingo, 23 de octubre de 2011

UN SER NACARADO-Poema por Ignacio Bellido


Hace un día afable,
entregado a  la voluntad de nuestras células,  
que caminan  hacia un destino .
 Un  cierto destino, matizado de rosa o de azul,
o quizá de negro como color ambiguo .
Hay pies que se ufanan,
 faldas que ventean las aceras
Y la voluntad  programada en la continuación.

Es un día de vísperas,
todos los días son  de vísperas
y no puede haber melodías que confundan esta deducción,
 por otro lado estúpida,
convencional
con rasgos de oligofrenia fenilpirúvica
(salió el palabro científico que da un barniz como de sabiduría, aunque yo diría como de estupidez, )
 Y en vuelo con mis campanas
y con mis parpadeos
observo a las multitudes que no claman,
 y conforman la urdimbre social,
que trata de emular a la colmena
pero  le falta la miel
y la danza como rito de comprensión .

 No,
Por mas que paseo
no logro deducir
porqué el trole del tranvía,
logra absorber los electrones
y  mover este artefacto
que acaba ocupando un lugar en la historia romántica.
 Tantas cosas se nutren de otras .
 Tantas cosas configuran la misma densidad
que es necesario pensar
que estamos comprimidos en un punto 
que se aleja en los infinitos de universo 
y regresa desde esos mismos infinitos.
Aunque no nos damos cuenta  
 y vamos como el Pierrot,
buscando sonrisas por los jardines de Versalles.
 Y como no habrá puerta de entrada ni de salida
sigo por mi romboidal acera,
 mirando con descaro 
a las paredes que marcan la prohibición,
y en mi aleluya
comienzo a sentir el agua de los cielos, 
cómo  me bendice
por haber sido ejemplo de pensamiento y disciplina.
Es decir: Un ser nacarado.

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