domingo, 18 de diciembre de 2011

PROTECCIÓN DE TESTIGOS.-Por Enrique Falcón

PROTECCIÓN DE TESTIGOS
«La conciencia de que esta ecuación era posible: dolor
que finalmente deviene rabia. La conciencia de que esta
ecuación era aplicable a todo o casi todo».
(Roberto Bolaño: 2666)

Poco deben importarle
la disolución del pentotal en los días de trabajo
y la lenta inhalación de estrellas por su espalda.
Le pagaron por callarse
la dirección de las palomas, el remite en las postales
certificadas de tan lejos, la piel de una mujer
que él no ha visto y no ha besado,
–el corazón de los inviernos–,
las sedes comunistas, su necesidad de ir ardiendo
por una extremidad de la cara.
Toca apenas con los dedos
nuestro inútil portal, y la luz de todos los aullidos
que pincelan la tarde, por encima
de muertos y estaciones,
a un paso sólo del domingo
vuelve a casa, toma de su llave
se maquilla una lágrima con cuchillas de afeitar

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